El Silencio, boletín informativo. Cuaresma 1991

“XXV ANIVERSARIO DE MARIA SANTISIMA DE LA AMARGURA.- LA HERMANDAD COMMEMORO EL ANIVERSARIO CON LA MAYOR DIGNIDAD Y CON MASIVA AFLUENCIA DE HERMANOS Y DEVOTOS.

Los actos y cultos tuvieron una organización perfecta y dejarán un recuerdo imborrable. Cuando todavía no se han secado las lágrimas de emoción y felicidad y nuestros ánimos no se han serenado, porque el recuerdo de los días finales de Septiembre y primeros de Octubre de 1990 no se olvidarán jamás en nuestra Hermandad, en este Boletín queremos dejar constancia, aunque sucintamente, de todos los actos y vivencias, de todos los cultos y emociones que los cofrades de nuestra Ciudad y muchos de toda Andalucía vivimos en el XXV aniversario de la Bendición e incorporación como Titular de nuestra Madre, María Santísima de la Amargura...

El 7 de Marzo de 1990 fue expuesta, por vez primera a la veneración de los fieles en Solemne Besamanos la Santísima Virgen de la Amargura...Y poco después, el 20 de Marzo, otro acto enmarcado en el aniversario. La prestigiosa Banda de Música del Maestro Tejera ofreció en nuestra sede un extraordinario concierto de marchas procesionales ante la presencia de Nuestra Señora...El Boletín y el cartel fueron presentados el sábado 15 de Septiembre, junto con todos los actos, celebrándose en el Palacio de Peñaflor, al que siguió una conferencia de D. Joaquín Alvarez Cruz sobre “Antonio Castillo Lastrucci y la escultura de su época”... Se celebró un ciclo de conferencias, por tres insignes cofrades sevillanos que se acercaron a Ecija. El primero es hermano nuestro y Pregonero de la Semana Santa de nuestra Ciudad, Don José Joaquín González Gómez. Más que pronunciar un discurso intelectual, se limitó a hablarnos de la época de la llegada de la Virgen a la hermandad y de la bendición, añadiendo sus personales vivencias de aquellos días, lo cual fue sobrado para que dejara nuestro ánimo embargado para todos los actos. Si así fue el primer día, como serían los siguientes...D. Enrique Osborne Isasi y Don Manuel Toro Martínez, cofrades y pregoneros, nos deleitaron en sus disertaciones, cada uno en su personal estilo y manera, pero que llegaron perfectamente a nuestro corazón...El domingo 30 de Septiembre a las 12,30 horas, el acto de Exaltación Mariana, que estuvo a cargo de N.H. D. Juan Antonio Gamero Soria, Presidente del Consejo local de HH. y CC., quien ofreció una pieza literaria repleta de emociones y amor hacia la Virgen María, que fue interrumpida en numerosas ocasiones por los aplausos de los asistentes y merecía la pena fuese editada. Presentó al orador N.H. D. José Enrique Caldero Bermudo y dio realce al acto con sus interpretaciones la Agrupación Musical Ecijana, bajo la dirección de Don Miguel Aguilar Jiménez. Dicho día tuvo lugar el almuerzo de homenaje al pregonero, entregándosele un artístico pergamino, pintado por el artista Don Joaquín Ojeda Osuna...
El día más esperado llegó tras una larga vigilia de preparativos y de impaciencias. Con el recuerdo del Triduo hubo que desmontar el altar y proceder a exornar de flores el paso de palio de Nuestra Señora, volviéndose a colocar el altar de nuevo. Asimismo hubo que completar todos los últimos preparativos para la procesión.Tras aquella breve noche, al amanecer del día 6 de Octubre, toda la ciudad aparecía llena de cartel del aniversario y las calles Más y Prat, Santa Cruz y la Plazuela de Ntra. Señora del Valle engalanadas con banderas azules y blancas. En muchos balcones del recorrido se colgaron mantones y reposteros, así como algunos comercios engalanaron escaparates con motivos alusivos a la conmemoración. Aquella mañana de tensa emoción, se vio animada aún más por la incesante llegada de telegramas y ramos de flores procedentes de distintas HH. de Andalucía que nos testimoniaban su adhesión a nuestro gozo. Cercano el mediodía, los últimos preparativos y detalles hacían que el sol iluminara con su mayor fuerza.
El paso en que procesionó María Santísima de la Amargura fue el de palio de Semana Santa, completo, de elegantes varales y finísimo palio y la sagrada imagen iba primorosamente vestida con su manto azul, luciendo por vez primera una hermosa saya de terciopelo rojo, que agradó mucho y es posible luzca en las próximas salidas procesionales. El único estreno fue el dorado de la magnifica corona que labrara el orfebre Don Manuel Villarreal, efectuado en el taller de sus sucesores. El paso fue exornado con la flor de gladiolo, formándose las piñas y los frisos con gran trabajo por parte de su artífice Don José Luis Morillo Rey, pero con un resultado de lo más agradable a la vista...
Todo el aparato del triduo, más el paso completamente adornado, más un inmenso presbiterio donde situarse los oficiantes y acólitos, más una gran zona del templo reservada para los numerosos invitados, hicieron que la Parroquia Mayor de Santa Cruz viviera una de sus fechas históricas, con una afluencia de fieles que abarrotaron el templo, máxima dada lo temprano de la hora y la alta temperatura solar...Ofició la función nuestro Párroco y Director Espiritual Rvdo. Don Antonio Pérez Daza, quien hizo una preciosa homilía sobre la Virgen y su función maternal en la vida de la iglesia. Se ofició la Misa de María Madre de Misericordia y las partes musicales fueron magistralmente interpretadas por el Orfeón Astigitano Nuestra Señora del Valle...
Antes de terminar la función la plazuela estaba completamente abarrotada de público. Cuando se distribuía la comunión llegó la Banda de Música de la División Mecanizada Guzmán el Bueno, expresamente invitada para esta procesión y el aspecto de impaciencia y fiesta que se vivía en la plaza y en el patio de Santa Cruz era digno de contemplarse. Finalizó la función y en un admirable trabajo de organización de priostes y capataces, digno es reconocerlo, no hubo que mover ninguna pieza del altar, ni se formó el más leve revuelo, cuando se fue organizando la procesión y los costaleros, de uno en uno y con una perfecta compostura fueron situándose en sus puestos bajo el paso. Llamó el capataz y el paso, en la levantá más grandiosa jamás soñada, fue elevándose muy suavemente, la parte trasera sobre los escalones del presbiterio y girando hacia el Nazareno en una prodigiosa vuelta, ejemplo de buen hacer bajo las trabajaderas y ante el martillo y modelo a seguir en años sucesivos. Aquella vuelta, despacio, muy despacio, para que la Santísima Virgen diera cara a su Hijo quedará grabada en el recuerdo para siempre...
Cuando la Cruz de guía caminaba por calle Zayas y el público formaba un estrecho pasillo para el cortejo, aparecieron los ciriales por la puerta de Santa Cruz. El murmullo de la multitud creció y todas las miradas convergían en un punto. Todos los corazones de unos y de otros, de aquí y de fuera, latían al mismo compás, cuando comenzaron a repicar las campanas de la torre de la Parroquia asomó el paso por el dintel. La interpretación de la Marca Real, los aplausos y el repicar de las campanas hicieron que las lágrimas borraran la nitidez del momento. Era el 6 de Octubre de 1990. La Santísima Virgen de la Amargura estaba en la calle alrededor de las siete de la tarde y con música. La historia la estábamos haciendo nosotros... A las doce de la noche, hora fijada para la entrada, el paso llegó a su barrio. Encaminó Más y Prat a los sones de Amargura y la noche llegaba a su final. Impresionante calle Santa Cruz, con la noche derrotada por la candelería encendida. La plazuela de noche, como en la salida del Jueves Santo pero era la entrada. Con la satisfacción de haber cumplido lo programado y a los sones de nuevo de la Marcha Real volvieron a aflorar las lágrimas en los presentes. Una emocionante salve ante la Santísima Virgen del Valle hizo poner broche del más puro oro a esto que se preparó con tanto amor, con tanto trabajo, con tanta ilusión en un verano inolvidable, que se repetirá en el 2015.”
Isidro González Suares.-